El tiempo vuela, como el pájaro que se cago en mi casaca…. Maldito pájaro.
Y me pregunto
¿En que momento llegó navidad?
Tome conciencia de ello a comienzos de septiembre, cuando la televisión ya me bombardeaba con Papà Noeles y panteón de oferta
¿Acaso creen que pienso en los regalos cuando a fines de noviembre cuando estoy en plenos exámenes finales?
O tratan de venderme panetones ahora que hace frió para vender màs y no solo hacerlo en navidad donde solo los compramos por monos, pues la chocolatada no sería lo mismo.
¿Pero estamos a 20 grados en navidad y piensas tomar chocolatada?
Cambiemos la tradición y tomemos un rico ¡Coctel de Algarrobita!
Al final los dos tienen leche.
¿Pero en que momento pasó?
¿Cuando se me fue el año?
Podría jurar que hace unas semanas terminaba verano, ¿o no ha habido verano y solo hemos tenido invierno? Todo no ha sido más que una ilusión.
Estoy a punto de entrar en un colapso nervioso al saber todo lo que representa esto, el armado de los árboles de navidad que deberían tener instrucciones, para desarmarlo después de 3 semanas. Ataques de epilepsia por las luces de navidad que dejan prendidas toda la noche. Comprar cosas inútiles a personas que nunca vez, o que sabes que no te regalaran nada, debería hacer un código de intercambio y así no comprar como sonsa; ok los regalos son para las personas que quieres, pero… esos son 3.
Centros comerciales repletos de gente que convierte el comprar en un intento de suicidio.
Las ensaladas de mi mama. Los cohetes que revientan mis vecinos porque se zurran en el serenazgo. Películas antiguas. Un beso. Un abraso. Y un deseo más.
Se supone que tengo que terminar como el Grinch, una sátira completa, pero el corazón me llama.
DEMONIOS!
Pero he aquí la razón principal por la que estoy apunto volverme loca.
Diciembre significa verano, lo que significa bikini
¡DIOS!! Me meto mañana al gym
¡DEMONIOS!
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