Celulares con seguro para niños

Los aparatos tecnológicos nos hacen la vida más fácil...

¿Si? ¿Más fácil para quién?

Pueden ayudarte a comunicarte cuando estás perdido y necesitas que alguien te ayude a llegar a la fiesta; son útiles cuando quieres advertirle al susodicho de tu novio que no tienes ganas de hablarle; y ahora, gracias a la tecnología, tenemos cámara para sacarnos fotos sexys y después hacernos famosas cuando nos roben o hackeen el celular y las publiquen en internet...

¡Qué bonito!

Pero los celulares tienen un lado oscuro y lleno de maldad, algo que ha pasado de generación en generación y aún no han ideado una solución.

Los celulares no tienen filtro.

No tienen filtro para los arranques de rabia, para la tristeza, ni para el alto nivel de alcohol en la sangre.

¿Con tanta tecnología no deberían haber inventado una forma segura de hacer llamadas o enviar mensajes de texto coherentes?

Hay momentos en los que uno no se puede resistir pero tiene que hacerlo; después de una pelea tienes que decirle sus verdades, -¡Te odio maldito!- mientras caen lágrimas por tus mejillas, sollozas y te ves patética.
Dos horas después de colgar te miras al espejo y dices -¿Por qué hice eso?-.

Si los policías pueden detectar nuestro nivel de alcohol con una maquinita chiquita ¿Por qué los celulares no pueden evitar que llamemos a nuestro ex en plena borrachera...? a las 3 am... acompañada de un tekila... y sintiéndonos solas porque el desgraciado decidió cambiarte por una chibola estúpida que no sabe quién es Paul McCartney.  

Los celulares deberían tener un seguro para niños, aquellos que no nos dejen llamar, enviar mensajes de texto, mails, whatssapp y menos entrar a Facebook o a twitter para contactarnos con esta persona. Un seguro para que celular detecte cuan borracha estás y dependiendo de eso sólo te deje hacer 3 llamadas: Al Taxi, a la policía y a mamá.

¿Qué es más importante para la humanidad: Saber que existen gatos fluorescentes o evitar hacer el roche del año por escribir en Facebook el por qué tu novio te dejó?