miércoles, 3 de septiembre de 2014

El Corredor Vial es como tu vida amorosa

¿Te ha pasado de que te encuentran en una relación larga y tormentosa con alguien?
Ese al que odiamos/amamos; ese que nos incita a ver Dexter y pensar en las múltiples opciones de homicidio sin que te descubran pero al mismo tiempo caes rendida en sus brazos cuando cierra la puerta del cuarto del telo al que vas todas las semanas (50 lucas con jacuzzi incluído).
Sabes que la relación no puede más, que tienes que huir antes de que termines destruida y lo haces. Tienes un plan. Vas a cambiarlo por otro, uno más bonito y ordenado que no te pedirá que pagues la cuenta y te avisará si tiene un inconveniente porque no le gusta dejarte plantada.
Te vas alejando del primer chico y es súper difícil, te has acostumbrado a él, a sus formas y a sus errores pero sabes que tienes que cambiar. Te has acostumbrado a sus olores y vocabulario, a su tiempo y a su incomodidad. Bai, bai.
Comenzar con el nuevo chico es raro y difícil. No lo conoces tanto; no sabes si le gusta la mantequilla en la canchita, si duerme en el lado izquierdo de la cama o si le gusta el cine. Cuando lo tocas en los lugares que crees le dan cosquillas y sientes que la cagas, pues tienes que acostumbrarte a esa nueva persona.
Este proceso de "cambio de macho" tiende a ser lento y progresivo. No es fácil desacerte de las malas costumbres... es igual con la propuesta de la Tía Regia.

Los carritos azules son nuevos en todo aspecto. Paran en ciertos lugares, no hay de otra que tomar de esos (si es que eres tan flojo como para no caminar un par de cuadras en búsquedas de otro bus), no hay gritos ni empujones de "sube, sube que hay sitio", "al medio vaya" y "pague con sencillo". Recién tienen dos días y la gente se queja de todo. ¿Acaso tus papás se quejaron de ti cuando tardaste meses en aprender a escribir las vocales?
¿Acaso tu nuevo novio te gritó porque no lo abrazabas como su ex?

Es la primera vez que queremos hacer algo que nos de orden y a la primero ya queremos volver a lo anterior... ¿En dónde están los que dijeron: Por eso el Perú está como está?

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