Promesas de año nuevo

Las promesas son esas cosas que decimos y esas metas que aparecen cuando la alegría y pensamientos positivos nos invaden, maso menos como cuando has bebido una botella de vino. El año nuevo es la época por excelencia de estos "objetivos" sorpresivos que te impones cuando te has dado cuenta que has dejado miles de cosas a la mitad, que compraste patines y hasta ahora no aprendes a usarlos, que dijiste que ibas a cocinar y solo publicaste una receta en el blog, cuando recuerdas que hace un año dijiste que "ahora sí" publicarías una vez a la semana y terminaste tirándote al abandono después de que el estrés universitario y las cuentas consumieran tu paz... me declaro culpable.

El año nuevo significa un nuevo inicio, nos hace pensar que el tiempo no ha pasado y que sigues en el mismo lugar en el que estabas el año pasado aunque ya no te puedas poner el mismo bikini, tu tolerancia al alcohol sea de 2 vasos y tu crédito esté apunto de colapsar porque viste unos bellos zapatos Guess que te seducen... y soy tan débil. 

Es el momento de decidir terminar algo, aunque sea una serie adictiva, el libro de la Rampolla o una serie de abdominales. 

Pero las promesas de año nuevo son vanales, nadie las cumple, si ni los presidentes cumplen las suyas, qué vas a hacer tu #YaPes

Si lo que harás es atragantarte con 12 uvas antes de medianoche haciendo deseos es mejor que comiences a buscar al Conejo de Pascula, el jarrón de oro al final del arcoiris o a alguna bruja iqueña que te dé algún brebaje raro. Los deseos no se cumplen, las metas sí si mueves ese trasero. 

XOXO