Despertar sexual pandémico

La Pandemia transformó “un día sin sexo” en ¡mi himen está por regenerarse! Pero lo más importante de esta temporada no fueron mis traumas de infancia aflorando cada vez que TikTok mencionaba uno, lo más importante fueron LOS MESES SIN ANTICONCEPTIVOS.

¡Oh por dios! He tomado pastillas desde los 20. Es más de 10 años cambiando de anticonceptivos en la búsqueda de que uno haga que mis chichis dejen de doler. Hubo una vez en que me puse a llorar porque mi enamorado no me quería llevar a una pizzería, yo quería una pizza de esa pizzería, y me puse a llorar. No hablo de lágrimas, hablo de sollozos, mocos y voz entrecortada. Al fino tuve mi pizza, pero ese no es el punto.

En la cuarentena pasé casi 5 meses sin anticonceptivos. Un tiempo que podría compararse con una desintoxicación de drogas. Empecé a bajar de peso, ya no tenía tanta hambre, ya no tenía tantos granos y lo más importante: estaba arrecha. Nunca me gustó esa palabra, pero es la única que describe ese momento exacto. Ese chiste de “trepando por las paredes” es todo verdad.     

Creo que no soy la única mujer que pensaba que no tenía apetito mensual o era frígida, hasta que los anticonceptivos desaparecieron y BOOM, calor.

Toda la vida me han perseguido, he sido a presa, he aceptado y a veces esos momentos eran como “ah bueno, hay que hacerlo, sí chévere”. Siempre he tenido el miedo de que mi pareja pesara que era aburrida, pero es que este tema nunca me ha sido taaaan atractivo. ¡PERO EL PROBLEMA NO SOY YO!  ¿He descubierto el sexo a los 30 años? Eso es triste. Solo falta encontrar una película de Drew Barrymore tipo 40 Días, 40 noches; ¿por qué no hay películas así con mujeres?

Si lees los efectos secundarios de las pastillas encontrarás que la falta de apetito sexual es uno de ellos. ¿Los científicos han hallado el genoma humano y no son capaces de hacer que pueda tomar anticonceptivos y tener un orgasmo al mismo tiempo?

Sé que uno de los más beneficiados con este nuevo descubrimiento, no, no hablo por el tema sexual porque eso es una obviedad. Me refiero al tema de la estabilidad emocional porque créanlo o no: no estoy loca. Mis cambios de humor, mi estrés, mi mal humor, mi mal humor de nuevo, mi poca paciencia… no soy yo. Podría hacer una lista de los momentos en los que siempre pensé que era insoportable, pero ahora es mi oportunidad de ser tierna y cálida… no. La única oportunidad que vale la pena es la de mi zona sur. ¡LIBERTAD A LOS CLITORIS!