Desvirginizando el telo

Cuando uno tiene pareja (y ya es grandecito para conocer los placeres carnales de la vida) nace un nuevo tipo de “contacto” entre èl y ella, ese contacto que sólo se da cuando están solos, a oscuras y en silencio porque hay gente en el otro cuarto (la cocina cuenta).

Pero cuando ya se hartan de esconderse y de aprovechar cualquier comento a solas para meterse la mano (ups…) es momento de buscar un lugar tranquilo, quieto, donde puedan estar solos y calatos sin el trauma de que alguien llegue, es decir: Es momento de buscar un lugar para tener relaciones!!.

Sexo, relaciones sexuales, cositas ricas, tocadas, canchis canchis, no puedo creer que aún hallan mujeres que se sonrojen al oír esas palabras, HIPOCRITAS! Me van de decir que cuando están en un cuarto a oscuras, con su novio van de dedicarse a jugar manitas calientes? Ya pezzz
Jugarán manitas… pero en otros lados.

Es que en esos momentos cachondos de duda y desolación, solo una idea corroe tu mente y la perversión transforma al hijito de mamá en un depravado(a) sexual (Dime Vaquero!!). Es momento te ir a “UN TELO”.

Ohhhh… Hotel es ese lugar donde va la gente grande a calmar sus perversiones en pareja (fija, trampa, de alquiler, post pago, prepago, a comisión, etc). Muy a pesar de que tu familia católica te haya enseñado que los niños buenos no piensan en esas cosas, a ti solo te importa una cosa, esa cosa, ¿Qué cosa?

You know what i mean…

Muchos han pensado en ir desde que comenzaron a descubrir su vida sexual pero nooo…, como van a ir ahí, a ese lugar de perdición y lujuria (siento de oigo a mi abuelita), pero todos tenemos necesidades y tú sabes que en ese momento eres la persona más enferma del mundo (Y si no lo sabías, ahora lo sabes).

Cuando por fín has tomado la decisión de ir a este edificio de alquiler de cuartos con avisos fluorescentes, como todo amateur tomas ciertas precauciones:
El Hotel se debe ubicar lejos de una avenida, centro comercial o casa de tía, abuela, amiga de mamá o de amigas de la mamá de la pareja. Que horror si te ven entrar, puede pasar tu primo o tu tía en carro y ring, ring, alo con la mamà de...

En cuanto te diriges al local adquieres un nuevo ritual; te bañas, te acicalas, te peinas, sacas tu ropa interior bonita y… te disfrazas. Podrías pasar de musulmán con tanto trapo que te pones encima para que nadie te reconozca (si tuvieras el casco de Dark Vader te lo pondrías). Capucha, lentes, casaca, chalina y caminar pausado, eres Tonny Montana o un espía escondiéndose de CSI, eres otra persona cuando bajas del taxi porque ni a vainas vas en combi (mientras menos exposición menos peligro).

No importa en qué hotel estés, caro o barato, bonito o caletasa, siempre, siempre revisarás si hay cámaras ocultas (tú no quieres que haya un video tuyo en el centro comercial “El Hueco” y sin pagarte regalizas). Revisas los cuadros, la tele, las lámparas y cuanto huequito extraño que veas (también piensas que detrás del espejo de techo puede haber cámara pero ya mucha chamba estar revisándola).

Una vez dentro hay algo que debes recordar, “LA RECEPCIONISTA NO TE CONOCE!! Y NO LE IMPORTA QUE HARÁS DENTRO DE TU CUARTITO DE 3X2!!”.

Una vez dentro de tu cuarto de alquiler, los primerisos nunca se podrán relajar, no es su habitad, no son sus sabanitas de colores y no es su control remoto.

Asi concluyo esta crónica, con pánico, disfunción eréctil y sin gastar un sol porque todo lo pago él (muahaha).